miércoles, 6 de enero de 2016

Ganar el doble

 

¿Cómo se siente un hombre cuando su sueldo mensual apenas le alcanza para vivir bien?
Ojo, la pregunta incluye "le alcanza para vivir BIEN".

Primero, definamos qué es vivir bien.
Es vivir sin miedo. Es poder comprarte algunas cosas que te gustan. Es invitar a una chica al cine, sin que se comprometa tu alacena. Es comer en la calle dos veces por semana, si quieres. Es tener gasolina para ir al trabajo, mandados y el gym. Es pagar la cuota del gym, comprarse unas proteínas.
Es irse de paseo a una ciudad o pueblo cercano cada 3 o 4 meses. Es poder comprar un libro si es que quieres, beber unos cafés de vez en cuando. Es invitar a un trago a un amigo, o comprar un vino para tu pareja.
Es no tener miedo de que se ponche una llanta, se rompa una tuberia o algo así. Puedes pagar su arreglo sin resentimientos.

Es negarse algunos lujos y placeres, pero vivir bien.

Un hombre que no puede pagar esto, probablemente se sienta frustrado. Sabe que hay vino, pero no hay copas, ni destapacorcho.

Un hombre que puede hacer todo esto se siente: Algunos días tranquilo, algunos días satisfecho, algunos días incomodo. La insetidumbre sigue existiendo. Sabe que puede vivir bien, siempre y cuando todo siga como está.

Las cosas pocas veces duran como están.

Si el carro se descompone, si sufre un accidente, si muere alguien cercano, si algo sucede... ese bienestar, ese vivir bien, puede verse seriamente comprometido.
Temporalmente, pero comprometido.
Es ver que hay hielo para enfriar el vino, pero beberlo caliente.
Y eso no es precisamente delicioso.


¿Y qué sentiría, qué pensaría un hombre de estos, si de pronto viera su ingreso duplicado, con el mismo esfuerzo, realizando la misma actividad?

Te diré lo que este hombre siente: Paz.
Siente gozo.
Siente una calma, por que, en realidad, nada a cambiado: Sus gastos son los mismos, por lo que sigue viviendo bien. Ahora puede gastar más, pero no necesita hacerlo.
Sabe que puede, pero es que él ya vive bien.

Siente seguridad de que el hielo está ahora disponible para él.

Este hombre piensa en el placer:
En el placer que regalar un vestido a su novia cada mes -cosa que solo podia permitirselo cada 3 o 4 meses).
El placer de comprarse a sí mismo un outfit completo.
El placer de invitar a cenar a sus suegros a un lugar ameno.
El placer de apoyar más a su madre en gastos.
El placer de poder ahorrar para aquellos gustos que no ha podido darse.

El placer (y responsabilidad) de usar ese dinero extra para realizar inversiones que le generen estos placeres en mayor grado.

Por que, sí el hombre vive bien, ¿Qué otra cosa puede hacer sino ayudar?

¿Qué otra cosa puede hacer sino ofrecer experiencias?
Organizar una velada, llevar una botella, preparar un buen platillo.
Cosas sencillas y no demaciado caras en realidad, que no podia disfrutar sino a costa de vivir un poco menos que bien.

Se duplica el ingreso y  ¿Qué a cambiado?
¿El hombre gasta más?
¿El hombre vive más o vive mejor?
No.
Nada a cambiado, y todo lo ha hecho.

El hombre disfruta.



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